lunes, 26 de noviembre de 2007

como se hace el chicle

El chicle (originalmente de la palabra náhuatl chictli) es un polímero gomoso que se obtiene de la savia del Manilkara zapota, un árbol de la familia de las sapotáceas [1] (antes llamado Sapota zapotilla o Achras zapota) originario de México, América central y América del Sur tropical. Por su sabor dulce y aromático, numerosos pueblos amerindios utilizaban la goma para mascar. En Argentina y otras partes de Latinoamérica, la palabra es sinónima de goma de mascar; si bien la mayoría de las actuales emplean una base de plástico neutro, el acetato polivinílico, hasta hace relativamente poco tiempo el chicle utilizaba aún esta savia como material.

Procesamiento
La savia espesa naturalmente al contacto con el aire por un proceso de oxidación, pero en las plantas se la filtra y se la hierve para obtener la consistencia deseada. La resina se calienta al vapor hasta una temperatura de 115 grados centígrados, se vuelve a filtrar, se centrifuga, se filtra de nuevo y se mezcla, en grandes contenedores rotativos de centenares de litros, con los endulzantes y aromas elegidos. Todo este proceso se realiza a altas temperaturas.

La goma se deja enfriar ligeramente antes de pasarla por rodillos que la aplanan hasta el ancho deseado. Una vez fría, se corta y empaqueta. Las gomas con coberturas o rellenos sufren procesos adicionales antes de llegar al envasado

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