Los primeros signos de un embarazo suelen ser alguno o algunos de los siguientes: aumento de tamaño mamario, cansancio y sueño, náuseas y vómitos, mayor percepción de olores, apetencia o repulsión hacia ciertos alimentos, disminución de la tensión arterial, mareos y desmayos, aumento de la frecuencia miccional, aumento de la temperatura corporal, aumento de tamaño del abdomen, dolores pelvianos, constipación y flatulencia, y lógicamente atraso menstrual.
Tales signos pueden aparecer ya los primeros días, o pueden demorarse unas pocas semanas. Pueden hacerlo de manera casi imperceptible, o bien confundirse con síntomas de otros trastornos. El aumento de flujo no está directamente relacionado, pero sí lo está una pequeña diferencia en la calidad y textura de ese flujo, pero si no tienes costumbre de observarlo no sirve de mucho explicártelo aquí. Las mujeres que están habituadas a observar las características de su flujo lo tendrán más fácil; generalmente será porque desde un tiempo atrás usan un método anticonceptivo natural, denominado sintotérmico, el cual es un compendio de tres métodos: el del calendario, el de la temperatura basal y el del moco cervical (este último es el interesante en este caso); se puede hallar más información usando los buscadores de Internet.
Como tal vez observarás de algunas respuestas a preguntas sobre este tema, suele ocurrir que la misma ansiedad que causa la preocupación o la duda ante un posible embarazo provoque alguno de los signos anteriores, como el atraso menstrual, es algo bastante habitual. Otra manera de salir de dudas es aplicando un test de embarazo, pero esto no puede hacerse de forma fiable en los primeros días, hay que esperar unas dos semanas desde que tuvo lugar la relación sexual de riesgo.
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